Yo quiero poder

¡Hola!

¿Cómo estás?

Quiero empezar este blog de manera sencilla, dirigiendome a ti y no a vosotros o vosotras, porque a partir de hoy voy a escribir para ti. ¿Y tu quien eres? Pues vaya pregunta, tu eres tu, la persona que lee esto y ha decidido que quiere acompañarme en este viaje que estoy dispuesta a emprender de nuevo.

El viaje del que hablo puede que sea nuevo para ti pero muy viejo para mi. Y es que he decidido cambiar mi cuerpo y mi vida.

Des de bien menuda he sido la gordita, la gorda, la fuertota, la grandota, la chica grande, la alta, la vaca, la foca, la ballena y un largo etc.

No tengo ningún problema.

La verdad es que siempre me han criado siendo de buen comer, tengo boca para todo, oiga!

Mi tia siempre decía que de pequeña me comía los garbanzos enteros.

Y así ha sido, "bien alimenta" demasiado bien, mejor que nadie.

Y claro, eso con el tiempo va cogiendo forma, y cuando llega el estirón y todos lo daban para arriba yo lo daba también hacia los lados.

Mi hermana siempre se ha preocupado por mi en este aspecto pero a veces lo hacía de una manera algo más brusca y menos cariñosa y a veces se enfadaba por que yo parecía no tener freno, y mi madre siempre le decía "déjala que coma lo que quiera que está creciendo".

En mi infancia las maneras de educarme referentes a la alimentación no han sido las correctas ni las mejores, tampoco he hecho nunca grandes actividades extraescolares que requirieran un esfuerzo físico importante.

Mi adolescencia fue peor, te lo puedes imaginar y como tienes esa gran capacidad tampoco no hace falta que entre en detalles.

A los 18 años me pusieron ortodoncia y pufff, perdí no se cuantos quilos, tantos que hasta mi família se asustó, pero no tendrían que preocuparse, lo que pasaba era que mensualmente durante casi 3 años el dentista me toqueteaba los aparatos y podía pasarme casi una semana sin comer por el dolor, los que habéis llevado ortodoncia sabéis de lo que hablo.

A los 21 quedé libre, en todos los aspectos, me dejaron y lo pasé muy mal en el amor. Depresión, ganas de comer y una boca recién estrenada.

Los quilos que perdí los recuperé.

Desde entonces he provado mil dietas, de las milagrosas y de las que no, me he cansado de todas, y del deporte ni hablamos.

Soy lo que se dicce una persona sedentaria en toda regla. Vamos, que no muevo el culo ni que me maten.

Ahora tengo 26 años, estoy felizmente con mi chico, mis estudios me van bien y estoy en paro, yujuuu!

Desde que terminé las clases hace una semana, desde que no tengo "nada que hacer" llevo dándole vueltas al coco. Quiero cambiar.

Este pensamiento no es nuevo, me acompaña casi toda mi vida pero esta vez noto que algo es diferente.

No tengo esperanzas, sinceramente. Siempre que he empezado una batalla la he perdido y he salido con el rabo entre las piernas o con la madalena entre los dientes.

En Navidades "conocí" a alguien, se llama Mireya (http://www.youtube.com/user/DeXXLaM).

Y me demostró que si se puede, y ultimamente he ido descubriendo a otras personas que quieren poder, que están pudiendo y que han podido. Y yo quiero ser una se ellas. Yo hoy quiero poder.

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